Así que agarro, y empiezo a caminar a contramano, hasta otra parada en la cual me pueda asegurar un asiento. Unas, no sé, seis cuadras después, me digo: hasta acá llegan las pilas.
Tengo mi mp3 sonando, pero escucho ruido igual. Otra música. Algo que me perturbaba los oídos. Me giro y lo veo a él, al Bailarín de la Calle Patricias que, por unas monedas, hace un show de baile y playback divino a los ojos!!
Como muestra:
Short and Sweet
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